Luces traseras para bicicleta: Importancia y normativa.
Un complemento fundamental para la seguridad vial del ciclista, tanto en carretera, monte o ciudad es una luz trasera.
Es fundamental llevar una luz que nos asegure ser visto por los conductores sin importar la visibilidad que haya, sin importar que sea de noche o de día.
Lo ideal es utilizar luz trasera indistintamente de si es de día o de noche, cosa que deberíamos de hacer también con la frontal. Aunque al menos la parte delantera podemos “controlarla” y ver lo que está pasando, cosa que con la trasera no, es por ello que es tan importante llevar una buena iluminación.
Normativa sobre iluminación en ciclistas:
La normativa vigente sobre la iluminación de los ciclistas es la siguiente:
De noche: Luz trasera y delantera (tanto urbana como interurbana) por carretera o carril bici.
De día: No es obligatorio, pero sí que es recomendable.
Modo: Hasta hace poco era obligatorio que fuera en modo fijo, pero a partir del 2019 la normativa cambió y se admite llevar el modo parpadeante, de esta manera se hace más notorio, puesto que el destello de la luz encendiéndose puede alertar a algún conductor despistado que no nos haya visto y tenga tiempo de reaccionar, por lo que aumenta la seguridad para los ciclistas.
Potencia: La ley no dice nada respecto a la potencia máxima y mínima, pero hay que tener sentido común. De nada sirve llevar una luz que apenas se ve a 2 metros como igual de peligroso es llevar una luz que pueda deslumbrar a los conductores por su excesiva potencia. De hecho la policía podría multarte en ambos casos. Tenemos que encontrar el punto intermedio.
Recomendaciones desde Ridefyl:
Muchas veces nos fijamos solamente en la potencia del alumbrado de la luz, que obviamente es importante, pero no solo tenemos que tener eso en cuenta. Otros aspectos son igual de importantes, y pasamos a detallarlos a continuación.
Protección frente a polvo y agua.
Debemos tener claro que la luz trasera estará expuesta a muchas cosas que arrojará nuestro neumático, desde polvo y tierra a agua en el caso de que esté lloviendo o lo haya hecho hace unas horas (más aún si se utiliza para MTB, pues el barro será un enemigo). Por lo que tenemos que elegir una luz trasera que soporte esas condiciones, no podemos permitirnos dejar de ser vistos por que la luz se estropee en un tramo en el que nos haya llovido, o en un tramo de niebla (ya sabéis que al cabo de un rato la niebla acaba mojando).
Modo frontal con luz blanca de la luz Ridefyl Ridelight Red
Sujeción firme y duradera.
Es importante que la luz vaya siempre enfocando hacia donde la hemos colocado, ni muy arriba (ya que podría molestar a la gente que venga por detrás) ni muy hacia abajo (estaríamos limitando la funcionalidad de la luz). Por lo que debemos de asegurarnos que su sujeción aguante las vibraciones que nos podamos encontrar, tanto en carretera como en MTB, para así evitar que a mitad de ruta la luz acabe enfocando hacia el suelo y deje de protegernos.
Visibilidad en todas direcciones.
Como ya hemos comentado al principio de estas recomendaciones, es importante que nos fijemos en que tenga una potencia adecuada, pero también es importante que ilumine no sólo hacia detrás, si no que sea visible hacia ambos lados, para así ser vistos en cruces, curvas o carreteras con varios carriles.
Con este post pretendemos recordar los aspectos más importantes para elegir luz trasera ya que es un elemento muy importante para nuestra seguridad vial.
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